02/12/2020 Publicado por Rafi Molina
Desde hace muchos años compartimos con nuestras amigas y amigos una vinculación especial con Portugal, vamos cada año dos o tres veces, en grupo o solos.
Lo que nos evocan nombres como Tavira, Faro, Odeceixe, Évora, la Lagoa de Óbidos, Lisboa... (por nombrar los más próximos), siempre es entrañable, cercano. Nos alegra haber sabido transmitirles este enamoramiento a nuestros hijos. Esto explica que todo lo que tiene relación con Portugal nos interesa.
Descubrimos a António Zambujo en la edición del Festival de la Guitarra de Córdoba (julio 2013) y quedamos deslumbrados. La programación contaba con tres espectáculos relacionados con Portugal, como escenario un teatro muy cercano e íntimo, el Góngora. Lo presentaban como La voz masculina del Fado.
António Zambujo, cantor y compositor, es un hombre joven, amable, que habla un más que correctísimo castellano. No entro en datos biográficos que se pueden consultar en su propia página web, solo destaco los aspectos que me interesan: nacido en Beja, Alentejo, cercano desde pequeño el cante alentejano, asimila la importancia de la voz y el “saber decir” cantando.
Le acompañó en el Festival de La Guitarra un grupo magnífico, conjuntado, siempre al servicio de un resultado final excelente, formado por Luis Guerreiro (guitarra portuguesa) Jon Luz (cavaquiño y guitarra clássica), José Miguel Conde (clarinetes) y Ricardo Cruz (contrabajo y dirección musical).
Su música me ha estado acompañando a lo largo de todo este año, tiene cinco discos editados: O mesmo Fado (2002), Por meu Cante (2004), Outro Sentido (2007) Guia (2010) Quinto (2012). Ha sido habitual oírlo en casa, en el coche, en los viajes y al salir de clase, después de días especialmente complicados y decirle a quien viniera conmigo, sobre todo a Ana: "escucha esto" y cambiar de ánimo y de chip en pocos minutos.
Me gustaría hablar de sus discos, uno a uno, o de sus acompañantes Ivan Lins, Roberta Sá y Zé Renato en Outro sentido pero el artículo sería eterno, me centraré en unos cuantos aspectos que quiero destacar.
He nombrado ya al grupo que lo acompaña y a la dirección musical, destacar que las canciones llevan unos arreglos excelentes, ajustados, discretamente audaces, innovadores, sorprendentes, pero no rompedores, que cuando los percibes piensas “Sí señor, muy bien ahí ese clarinete, ese trombón o ese contrabajo...”
Zambujo no se limita a cantar fados, cosa que borda, véase, por ejemplo, su versión de Amor de mel amor de fel, Fadista louco o Foi Deus cantada prácticamente a capella con un delicado acompañamiento de contrabajo, y que parecería que Alberto Janes también la hubiera escrito para él. Cantando magistralmente fados y, sin traicionar estas raíces, integra otros aires, jazz, bossanova... músicas de otros parajes, compatibles y complementarios con el fado, especialmente del universo en portugués, Brasil, Cabo Verde, Angola... que amplían y enriquecen su camino.
De la obra de António Zambujo me gusta especialmente la selección de los temas que canta, donde combina desde el amor hasta el humor, poniéndonos en contacto a través de ellos con compositores y poetas de Portugal o en portugués que amplían nuestro conocimiento de su literatura más allá de Eça de Queiróz, Pessoa o Saramago.
Comenzando por compositores y poetas consagrados como Cândido das Neves, Índio (1899-1934) de quien canta ese emocionado tango Noite cheia de estrelas o en el mismo disco, Por meu Cante, el tremendo y sugerente poema de David Mourão-ferreira (1927-1996), Noite apressada que tanto nos evoca y tanto nos recuerda. Todo un descubrimiento para mí. Del mismo Vinicius de Moraes canta en Outro sentido Quando tu passas por mim y Apelo y Poema dos olhos da minha amada en Guia.
Canta igualmente a compositores y poetas vivos, también jóvenes, de este y otros lados del Atlántico, así las muchas composiciones de João Monge, de los cariocas Pierre Aderne, y Rodrigo Maranhão con esa pieza exquisita Quase un fado entre otras, o Pedro da Silva Martins del grupo Deolinda que me gusta tanto y que compone piezas tan tiernas como Algo estranho acontece o tan bromista y divertida como Quería conhecer-te un dia. Destacar los temas del escritor angoleño José Eduardo Agualusa con Barroco tropical en Guia y Milagrário Pessoal en Quinto con música de Ricardo Cruz con ese delicioso aire caboverdiano que solo oírlas te alegran la vida. Por cierto, Agualusa tiene editado en castellano una novela “El vendedor de pasados”, título y contenido muy sugerente para una profesora de Historia como yo.
Quería resaltar especialmente la inclusión en sus discos de temas compuestos por mujeres desde Amália, pasando por María Manuel Cid, Aldina Duarte, Ana Vidal o la poeta Mª del Rosario Pedreira, que combinan una alta calidad poética con un gran sentido del humor, de hecho probablemente las piezas más divertidas están escritas por una mujer como Fado desconcertado o Flagrante. Además aportan una visión de género respecto al amor, más liberadora, menos trágica y doliente (véase por ejemplo la letra de Uma vez que seja de Ana Vidal y compárese con temas como nuestro Tatuaje salvando la distancia temporal y el hecho de que esta última está escrita por un hombre.
UMA VEZ QUE SEJA(Ana Vidal / Raul Pereira)Tu que navegas ao sabor do ventoSem outra rota que o que se desejaTu que tens por mapa o firmamentoVem descobrir-me uma vez que sejaE diz-me das viagens que eu não façoDos mundos cintilantes que antevejoE traz-me mares de mel no teu abraçoPoeira de ouro velho no teu beijoDe ti não espero amarras nem promessasÉ livre que te quero neste caisAté que um dia em mim não amanheçasE te faças ao mar uma vez maisE mesmo nesta hora de perder-teSabendo que a magia se desfezTerá valido a pena conhecer-teE deslumbrar-me ao menos uma vez!
Por último y seguro que lo más importante, la singularidad y la expresividad de su voz. Voz que conjuga la belleza de la fragilidad y la ternura, voz dulce, delicada, potente, flexible, dúctil, deslumbrante, una de las mejores voces que he oído en mi vida. Con una interpretación sensible, sentida, contenida, nunca desmelenada ni arrebatada.
En julio de 2013 Marta Jiménez decía en el Diario Córdoba, en la crónica de su actuación que “cuando abre la boca el mundo se para”. Cierto.
Las canciones, la música y la voz de António Zambujo curan y acarician el alma.
* Artículo publicado originalmente en mayo de 2014 en el nº 6 de la revista Websanta del IES La Fuensanta. Córdoba
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