Doña Clara: memoria y dignidad

 

09/12/2020   Publicado por Rafi Molina

 

 
Esta película la pasamos el 8 de abril de 2018 en CineCercano y gustó mucho.

Segundo largometraje de Kleber Mendonça Filho, después de “Sonidos de Barrio” (O Som ao Redor. 2013). Con título original Aquarius. Realizada en 2016 y estrenada en marzo de 2017. Mendonça Filho (1968) es crítico de cine, periodista, director, productor, guionista, montador...
Transcurre en Recife, capital del estado de Pernambuco al noreste de Brasil. Con un personaje principal, interpretado por Sonia Braga, Doña Clara, crítica musical jubilada que vive en un edificio precioso en la primera línea de la avenida de Boa Viagem. Ya que es una crítica musical, el papel de la música es fundamental en el film.

El director divide la película en tres capítulos:

  • El cabello de Clara
  • El amor de Clara
  • El cáncer de Clara

En cada uno de ellos hay elementos claves y de simbología que dan pistas sobre el significado, por ejemplo el cabello (al inicio, corto tras la quimio, se cierra el capítulo mostrándonos una esplendida y larga melena delante de la ventana).

Es una peli larga (140 min), pausada, de ritmo tranquilo, todo pasa con la misma calma con que la protagonista se enfrenta a las distintas situaciones, pero un ritmo que engancha al mostrarnos cómo suceden las cosas en la vida real, con su transcurrir y diálogos cotidianos, que te va atrapando hasta los minutos finales donde cambia el ritmo, con un desenlace acorde con el planteamiento de la película.

En principio es una peli sobre la especulación inmobiliaria y urbanística, pero es mucho más. Muestra la cotidianidad de la vida de cualquier mujer, la relación con los hijos y demás familia, con los amigos, pero sobre todo con las amigas, con las personas que trabajan con ella y la ayudan, con la enfermedad, el sexo, la soledad, la capacidad para seguir luchando y mantener los principios, el papel de los objetos: discos, pósters, cómoda, hamaca, el edificio, como registro sentimental de la memoria... Todo tiene un valor sentimental, no monetario, como el mismo edificio, el valor de su propia historia. Entre las primeras escenas y el resto de la película han pasado 36 años, ambas trascurren en el salón de la casa como núcleo del relato y de la vida de Doña Clara.

El director nos muestra los motivos para no abandonar el apartamento, su amor por las cosas pequeñas, por aquellos objetos cotidianos que le dan sentido a la vida, con un valor material y afectivo que es la base de la dignidad, de la memoria intima, de la identidad. Su pasión por el rock y la importancia de conservar sus viejos vinilos, como el Double Fantasy de John Lennon, es como un mensaje en una botella, explica ella, y la periodista no entiende, igual que no lo entenderán algunos de su propia familia. Ahí está la clave de la lucha de Doña Clara: hay cuestiones materiales con un valor más importante que el monetario. Clara se niega a vender su apartamento a una constructora que quiere derribar el viejo edificio Aquarius y hacer un rascacielos moderno y que usará todas las tácticas “asusta-viejas” para hacerla cambiar de opinión.
Y aquí es donde el director le da el sentido político al relato, hace un paralelismo entre el edificio y Recife, en suma Brasil, como crítica al desarrollo del capitalismo desbocado de los últimos años.

 
La película muestra la vida cotidiana de Clara, una mujer independiente, fuerte, valiente, libre, completa, batalladora, sensible, tranquila, que disfruta de cada momento por sencillo que sea y que establece una relación de empatía con el/la espectador-a.

Interpretada por Sonia Braga con una contención, generosidad, valentía y sensualidad ejemplar, que a los 66 años, después de hacer mucho y buen cine, crea uno de los personajes de su vida.
Los diálogos tienen el tono de vivencia compartida no de tesis teórica por exponer. Son tranquilos, cotidianos, acompañados y complementados por la imagen y viceversa.

Nos muestra el sexo sin tapujos ni exhibicionismo, como parte de la vida. Y algo muy raro en el cine y en la vida: el sexo de la mujer en la edad madura.

Trata la enfermedad, no solo como dolor y muerte sino como aprendizaje y experiencia, algo vivido y superado. Y aquí vuelve a hacer un paralelismo con la vida social y política, identificando enfermedad y capitalismo, enseñando cuál es la actitud: no dejarse vencer por la enfermedad que igual que daña nuestro cuerpo destruye la sociedad.

La película hace que queramos saber cómo acaba la historia, ver quién gana, pero da igual, ya nos ha enseñado el camino a seguir en la realidad: conservar la capacidad para seguir luchando y mantener los principios.

El sonido y la música son fundamentales. El mar de fondo o la estupenda canción que suena de Queen “Another One Bites the Dust” (Otro que muerde el polvo), que oye con sus amigos en la playa como símbolo de éxito ante la enfermedad.

Hasta 29 créditos musicales aparecen en IMDb, algo no tan habitual en una película que no es un musical ni su tema fundamental es la música.

Una curiosidad en la que he caído al visionarla varias veces: la canción de aniversario, Saudamos, que suena en el cumpleaños de la tía Lúcia, con una letra preciosa, que tiene un mensaje relacionado con el tema del film, está compuesta realmente por Heitor Villa-Lobos el músico sobre el que Doña Clara escribió un libro que dedicó a sus hijos y que aparece en un momento de mucha tensión en la película. No es la primera vez que suena esta canción en el cine de Mendonça Filho, también lo hace en su primera película, pero aquí, como un homenaje a este compositor brasileño de Cançoes de Cordialidade (Saudamos, Feliz Aniversário), lo hace con imagen, nombre y apellido.

"Saudamos o grande dia
Em que hoje comemoras
Seja a casa onde mora
A morada da alegria
O refúgio da ventura
Feliz Aniversário"

 
Estupenda fotografía que plasma un mismo espacio en distintas épocas. Contraste entre interiores y exteriores, captando muy bien la luz propia de Recife. Plasma el valor de los distintos objetos y muebles a través de planos que se repiten en distintos tiempos. Convirtiendo estos objetos en simbólicos en la vida de esta mujer.

En definitiva: guión, dirección, ritmo, interpretación, música y sonido que nos da como resultado una película excepcional, un cine arriesgado y honesto, que reivindica la alegría y la lucha frente al miedo y el sufrimiento sin caer en el buenismo, la ñoñería o los esquemas simplistas.

Premios
Premios Platino, 2017 mejor actriz
Premios Fénix 2016, mejor dirección y actriz
Festival de la Habana 2016 mejor actriz
Festival Mar del Plata 2016, mejor actriz Sonia Braga y Premio de Publico
Festival de Valladolid-Seminci 2016 sección oficial
Premios Independent Spirit 2016 nominada a mejor película extranjera
Festival de Cannes 2016, sección oficial largometraje a concurso
Premios César 2016, nominada a mejor película extranjera.

* Artículo publicado originalmente el 15 de mayo de 2018 en el nº 10 de la revista Websanta del IES La Fuensanta. Córdoba


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